Bienvenidos


[¿Que es Fohat?] [Propósito] [Instituto Junguiano] [Autoconocimiento] [Conocimiento]


Calendario de Actividades


jueves, 20 de diciembre de 2007

Dolor del Alma

"Entre las orillas del dolor y el placer fluye el rio de la vida"

Sri Nisargadatta

El corazón, centro simbólico y físico de nuestras emociones (¡Me duele el corazón, de pena!) es un centro sagrado, que naturalmente contiene paz y armonía infinita, su esencia es Amor.

¿Como hacer para cambiar mi dolor, mis penas, mis angustias, si mi corazón llora sufrimiento? En verdad esta pregunta, como otras, son constantes, con más o menos intensidad, deambulan por la mente, cayendo al inexorable paisaje de la soledad y abatimiento (y si continúa a la depresión).

Cada uno, cada ser humano tiene el potencial y la habilidad de cambiar, de crear un espacio propio de resonancia vibratoria que e permita verse, darse cuenta y proponerse alterar ese espacio en el cual esta sumergido.

¿Como?...

Con solo el deseo real de cambiar, la linea recta negativa activada del tiempo futuro, desviando su pensamiento, que es energía a pensamientos positivos, actitudes de flexibilidad y acciones realistas en busca de Paz y Armonía. Centrándose que solo encontrará un resultado positivo. Siempre hay una solución a cada problema, a cada duda que se nos pone; para probar nuestra resolución de hacer un esfuerzo por mantenernos en el camino de la superación personal. Cuando más lo necesitamos, pareciera que se alejan, cuando mas sufrimiento experimentamos, mas nos templan... y sin embargo en vez de ver una oportunidad, vemos que todo es desgracia.

El centrarnos en los acontecimientos negativos y oscuros de las dificultades del pasado, nos paraliza, nos hace estancarnos permitiendo que el miedo y la duda sean parte de nuestras reacciones del futuro.

Aprendiendo a ser maestros de si mismos, es una opción que permite la liberación de patrones y conductas mal aprendidas, ser capaces de controlar los pensamientos y conducir las emociones, nos da como resultado equilibrar la energía emocional que ayudará al cuerpo a sanarse, entregándose al amor de vivir en plenitud y con acciones positivas, paso a paso damos la luz a las crisis del día a día.

Lamentablemente el dolor es parte del crecimiento, es parte del camino a "ser", nos permite conciencia que más allá de las pasiones frágiles y fatuas de la mente ilusoria, hay una felicidad tranquila y sosegada, una armonía divina. Esto se logra con solo tener el propósito de involucrarse con el dolor y querer sanarlo. La sanación viene del alma, es algo así como volver a conectarnos con nuestros orígenes, a través de un trabajo espiritual, responsable con uno mismo y con los demás, un servicio desinteresado de entregar donde no hay nada a cambio que esperar, donde solo se generan causas de luz, dentro de patrones de luz, activando así nuestro ADN espiritual para alcanzar esa tan ansiada felicidad, de la cual tanto hemos escuchado, y tan lejos de alcanzar se haya.

Cada experiencia es diferente, como cada individuo experimenta en forma distinta una causa; pero al igual que todos en forma distinta, el dolor agota, en la misma medida y solo se disfraza con distintos ropajes.

Aprendiendo a ver como generamos causas del dolor, que nos aprisiona, entramos en el proceso del "Darse cuenta"; que hemos tomado un camino equivocado, que el Vivir, el Sentir y Actuar dentro de patrones amorosos (como llamo yo), con ello jamás regresaremos a las formas auto-limitantes del pasado, cancelamos las formas adictivas de auto.conmiseración, las respuestas que la Vida nos da, solo nos dan un punto de partida para comenzar a curar el dolor donde nos molesta.

La Veracidad comienza en la Aceptación, continúa con la modificación de la actitud y la entrega al Amor, amor que puede fluir, como ríos de agua dulce que surcan los ríos de pensamientos positivos que pasan a ser testigos mudos de los cambios y flexibilidades de nuestro paisaje que van interactuando en nuestro interior.

Permitete que llegue lo que tenga que llegar, como nubes negras, que de una u otra manera estas también pasarán. Y suelta lo que se va.
¡Recibe mis palabras con el Amor con que te las otorgo, pequeña alma en busca de Sanación!

Marisol Peñafiel

jueves, 6 de diciembre de 2007

La ritualidad en nuestra vida

La forma ritual es hoy en día una práctica poco usada para introducir lo sagrado a lo cotidiano en el transcurso de nuestros días.

Sin embargo todos los días desde que nos levantamos son formas rituales de realizar ciertas cosas, de cierta manera; donde cada día, se coloca una energía en cada acto, permitiendo que una actitud rutinaria se convierta en un hábito, a veces sin mayor trascendencia.

Lo importante de todos nuestros actos, es la claridad, la observación, el "darse cuenta" en forma "consciente" de lo que estamos realizando, para colocar lo sagrado en lo cotidiano, tornar lo aburrido en lo agradable, es fijar el consciente en la práctica como un momento especial, solo para trascender de lo ordinario y simplón a que pueda ser un acontecimiento único.

Todo puede llegar a converger en un llamado que nos centra a integrarnos y a probarnos a nosotros mismos". Esto va más allá de cualquier práctica espiritual, así mismo, independiente de obligarnos a ser espirituales solo en los ratos de meditación y entonamiento cósmico.

Lo sagrado es una actitud real, práctica y consciente. Nuestros actos pasan a tener una cualidad generosa con nosotros y nuestro entorno.

Por ejemplo el solo hecho de caminar y tomarse un helado, poder demostrar en este acto simple la felicidad y la bendición de lo que estamos haciendo. El permitirnos mirar con más dulzura y benevolencia a otros, no hiriendo a nadie literal o inconscientemente. El mero hecho de aprender a respetar el espacio privado del otro y respetarse uno mismo.

No provocar enfrentamientos o actuar en forma dramática en eventos que nuestra "sombra" hace crecer sin sentido. Asumir la responsabilidad de nuestros propias cualidades dionisiacas, es contribuir en la paz interior.

La ritualidad de los actos diarios a través de una práctica amorosa, nos proporciona el avance espiritual no como la "noción de que existe un todo final que deseamos alcanzar", sino como una comprensión de que lo sagrado en el camino se hace día a día. La práctica a largo plazo revela la forma en que la mente se acostumbra a trabajar en sintonía y las "visiones interiores" que obtenemos ayudan al comportamiento equilibrado y efectivo de los días convulsivos y azarosos en que nos vemos envueltos. Pensamos que tenemos un camino espiritual, pero... ¿Realmente lo tenemos? ¿Que estamos haciendo por el y como lo reconocemos?... etc., tal vez, podría formular muchas preguntas, pero "pensar" no es lo mismo que "hacer". No basta llegar a pensar por la paz del mundo o pensar que terrible que estamos metidos en esta catástrofe ecológica y creciente miseria que vive la mitad de la población mundial.

Cuando realizamos actos rituales en conciencia, de no botar basura en los ríos, apagar la luz para gastar menos, cuando nos preparamos la comida justa para no desperdiciar alimento... cuando al fin somos capaces de hacer actos, nos abrimos a la omnipresencia del sufrimiento del mundo, cuando adquirimos una actitud empática (tome nota de este término que muchos desconocen) frente al temor, la angustia, la cólera, el dolor por las perdidas, entonces desarrollamos un "misticismo social" cuando tomamos partido, dejando de lado la indolencia y apatía, ayudando a liberar nuestras paralizadas energías de autoconmiseración, por una actitud más profunda de conciencia tanto por y en nosotros, como para que los actos diarios de la vida en el transcurso del tiempo; sean todo. Llevar la espiritualidad en la vida no es fácil, pero llevar la atención a nuestros actos, es toda una proeza y llevarlos a un "hecho" vivencial, es realizar lo sagrado en lo cotidiano. Si pensamos que nuestras vidas cotidianas no tienen nada que ver con la situación del mundo entonces estamos muy lejos del camino o sendero.

María Soledad Peñafiel

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.