Buscar llegar a la trascendencia es llegar a uno mismo, pero indudablemente cada paso es importante, porque como bien dicen los maestros, la evolución no es a saltos.
Cada proceso, cada vivencia, cada estado crea un vínculo con millones de posibilidades, entre esas, es que nos perdamos en el bosque de los errores...
Buscar la sabiduría en todas partes, tocar todas las puertas del conocimiento y "experimentar" como en un laboratorio, la Conciencia Divina y la integración de todos nuestros aspectos, que incluyen nuestra toma de decisiones para encontrar este camino, llamado espiritual. Los antiguos se empapaban de las diferentes religiones, de las matemáticas, de las artes, de la ciencia, sin fanatizar ningún aspecto. Vivir el conocimiento implica abrirse a un espectro de conciencia hacia todas las cosas y asumiendo el respeto y la tolerancia que nos merecen cada una de las realidades universales en que estamos imbuidos, la comprensión sin limitaciones fanáticas, nos proyecta en esta Nueva Era.
Más aún tener en cuenta que aprender de las distintas disciplinas incluye hacerlas realidad dentro de uno, si de alguna manera deseamos proyectar una imagen de lo aprendido. El sendero, implica poseer inteligencia adecuada, audacia para permanecer en la senda y voluntad para caminar, discreción ante los ojos fútiles y sesgados de los detractores que desean que nuestros pies resbalen por los caminos de la materia o el dogma.
Con ello, al ser no le queda otra alternativa que forjar el caracter (no implica agresión, sino comprensión) y controlar su mente. Comprender que los mundos visible e invisible son parte de una comprensión que llega cuando integramos lo sagrado en nuestro día a día. La posibilidad de alcanzar la evolución espiritual con un proceso de toda una vida, es la integración de todos nuestros cuerpos, físico, mental y espiritual. Realizar el sendero es Iniciarse...
Y para ello, el hombre decide desarrollar su Verdadera Identidad, y por ello tiene que conocer conceptos que actualmente parecen estar carentes de significado para esta sociedad como son el amor, el desapego, la tolerancia, vivir en la Verdad con nosotros para con los demás, tener sentido ecléctico de la devoción, no limitarse en una sola estructura, adquirir el respeto por la trascendencia de su inmanencia, compromiso férreo hacia la Naturaleza y este planeta que parece morir frente a la Indolencia del Poder Material, egoísta y recalcitrante.
Trabajando las distintas aristas que componen nuestra vida, el individuo de por si reconoce la misión que le toca en la vida y asume la responsabilidad de su crecimiento, desarrollo y potencia su vida a través del espíritu.
No me cabe duda, que la mayor interferencia en el desarrollo del Sendero Espiritual radica en la constancia, la perseverancia, porque ahora el hombre tiene miles y mayores oportunidades de las que tuvo en el pasado, sin embargo a pesar que el conocimiento está al alcance de todos (ya no solo en el secreto de los templos) las distracciones son muchas y por lo tanto las justificaciones para no seguir, pueden privilegiar su retiro del paso andado.
El mayor logro es la Unificación del Mundo Externo con el Interno. La sintonía con las leyes, ritmos y ciclos de la vida con el Universo, y el regalo más grande tener la "certeza" que Todo y Todos somos Uno. Además de palpar la sincronicidad de los campos entrelazados donde el Santo Ángel de la Guarda nos allana el camino, limpiando las espinas para los sinceros, auténticos y puros de corazón.
Marisol Peñafiel