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martes, 22 de abril de 2008

Pensar antes de Hablar...

Todos los días de nuestra vid entablamos conversación con una o más personas, y nos expresamos audiblemente. Expresamos nuestros pensamientos; más aún, nuestros sentimientos más profundos. Expresamos nuestras convicciones y opiniones por medio de la palabra hablada. La palabra hablada ha dado comienzo a las cruzadas y a las guerras. las palabras han proporcionado el ímpetu para la captura de los imperios y las perdidas de los reinos. La palabra hablada es capaz de unir a las personas en la comprensión o, por el contrario, puede traer desarmonía y mala comprensión entre la gente. Con la indiscreción los hombres y mujeres prácticamente han perdido su empleo a causa de las palabras, mientras que otros, debido a su arte de conversar han logrado excelentes posiciones. Algunas personas no se dan cuenta de que gran parte de las dificultades y triunfos que experimentan se deben a las palabras que han pronunciado, y por supuesto, a los pensamientos que han expresado en ellas.

Todos debemos tratar de hablar bien, articular claramente, pronunciar correctamente y usar palabras que expresen el significado que tenemos en mente. Nuestras palabras reflejan nuestros pensamientos. Todos nos damos cuenta de que debemos ejercer cierta disciplina sobre nuestros pensamientos. De ese modo podemos controlar las palabras que usamos. después de todo ¿Por qué hablamos? ¿No es el propósito de expresar impresiones mentales, información, instrucción, noticias para los oídos de los demás? Si pensamos con método y manera lógica, nuestras palabras serán inteligentes y comprensivas y nuestros oyentes obtendrán una idea precisa de lo que tenemos en mente.

Las palabras pueden cambiar el destino de nuestra vida, como han cambiado el de las naciones. la mayoría de la gente es víctima de hábitos verbales en forma de clichés. La mayoría de la gente no se da cuenta de que podría mejorar estos hábitos fácilmente. Nuestras palabras reflejan nuestro poder mental, nuestro poder de pensamiento, nuestro poder de voluntad y determinación y nuestro poder pra efectuar cosas. Vosotros tenéis el poder de dejar a un lado las coss sin importancia y enfocar vuestra atención en las cosas de más trascendencia. A medida que crecéis en estatura mental, lo demostráis en vuestras palabras. La gente se queda impresionada con vuestra actitud y vuestro tacto, y resultáis una inspiración para los que están asociados con vosotros.

Puesto que el pensamiento ampara cada palabra que decimos, el pensamiento juega un papel muy importante en nuestra vida. No podemos efectuar ningún acto o expresar una idea sin pensar primero en lo que hacemos. Si nos ocupamos en pensamientos buenos, nobles y constructivos y los reflejamos en nuestras palabras, atraemos hacia nosotros condiciones de naturaleza armoniosa. Si nos ocupamos en pensamientos negativos, crueles, envidiosos, intolerantes, podemos atraer hacia nosotros, por medio de las palabras que pronunciamos, las condiciones que queremos evitar. El progreso en el mundo es el resultado del pensamiento y las palabras constructivas.

Si no andamos con cuidado, el proceso de nuestros pensamientos y palabras puede compararse a una máquina cuyo motor trabaja al mínimo, del cual lo mas que puede decirse es que funciona. Si permitimos que nuestras mentes y pensamientos entren en semejante estado, nuestra conciencia estará llena de pensamientos ociosos que entran y salen sin guía y sin interrupción. Por lo tanto, debemos controlar nuestros pensamientos y dirigir nuestras palabras. Debemos de reflejar en nuestras palabras pensamientos saludables, lógicos, dirigiéndolos hacia un digno objetivo. Debemos saber de que hablamos. Si hablamos de un viaje que estamos planeando, primeramente tenemos que pensar en los detalles del viaje, a donde vamos, por que ruta y que medio de transporte utilizaremos. Si vamos a hacer una compra en una gran tienda de la ciudad, sin duda hemos pensado acerca de lo que vamos a comprar. Si vamos a visitar a un médico acerca de nuestra salud, hemos pensado cuidadosamente en lo relativo a la condición de nuestra salud y a la necesidad de obtener una opinión profesional. Si tenéis dificultades con alguna persona, o si queréis hacer una buena impresión en alguien, pensáis detenidamente en lo que vais a decir antes de concertar un reunión con dicha persona. Así pues, pensamos sobre lo que queremos ahcer, sobre lo que queremos obtener y sobre las personas que planeamos visitar. Pensamos antes de hablar o actuar.

Los pensamientos son cosas. las vibraciones del pensamiento pueden atravesar el espacio. el pensamiento es algo así como una energía eléctrica de frecuencia vibratoria extremadamente alta. por lo tanto, el pensamiento puede transmitirse. las ondas vibratorias del pensamiento en cierto modo se asemejan a un fluir de energía desde la mente del hombre. Esta energía no es percibida por los sentidos físicos de otra persona, sino por sus facultades psíquicas. así pues, dependiendo del desarrollo psíquico de varias personas, los pensamientos transmitidos pueden o no ser comprendidos o recibidos por una persona. la palabra hablada es también de naturaleza vibratoria, aunque de frecuencia vibratoria más baja, y por lo tanto pueden ser recibidas y comprendidas por medio de los procesos mentales y físicos del órgano del oído.

Las palabras que hablamos deben ser el resultado de pensamientos que están en relación armoniosa con el Cósmico y con nuestras mejores cualidades. podemos crear la mejor impresión en los demás y hacer que seamos fácilmente comprendidos si cultivamos un tono cálido en nuestra voz y manifestamos este calor con nuestras bien acogidas palabras. Todos hemos experimentado placer al escuchar a una persona hablando de ese modo. Inmediatamente nos gustó y nos acercamos a ella.

Proverbialmente hablando, tal como pensamos así somos; igualmente, tal como hablamos así nos conocen. Si somos joviales y felices, virtualmente vivimos la vida de uno que posee tales pensamientos. reflejamos estos pensamientos en acción y en la palabra. En esa actitud mental reaccionan de manera correspondiente y parecen ser atraídos por nosotros. Siempre debemos estar conscientes del efecto que nuestras palabras pueden tener en los demás. Pensad en la manera como reaccionáis ante las palabras de los demás.

No consideréis únicamente lo que podéis hacer con vuestra voz y las palabras que usáis, sino también lo que queréis hacer con ellas. Puede decirse que las palabras, cuando van reforzadas con el idealismo o con una filosofía de la vida, son capaces de crear la buena fortuna y vida digna y feliz.

Aunque parezca sorprendente, no pensamos en palabras; pensamos en cuadros. En la pantalla de nuestra mente consciente pasa un desfile de imágenes de personas, cosas y detalles de todas las clases. rebuscamos las palabras para explicar un incidente; y sin embargo, instantáneamente podemos visualizar en nuestra mente un suceso tal como ocurrió. antes de que las palabras se usaran de modo prevalente, el hombre primitivo probablemente dibujaba cuadros rudimentarios, o los cincelaba en las paredes de piedra de su cueva. Estos era los cuadros que él imaginaba en su mente. Eran también reproducciones de objetos que veía. los dibujos se convirtieron en símbolos. Eventualmente, los símbolos agrupados, constituyeron palabras. las palabras finalmente originaron raciones o frases; y así nació el lenguaje. El lenguaje está hecho de sílabas fonéticas y rasgos o marcas escritas, que constituyen unidades de significado comprensibles para una raza o pueblo. Los rasgos o sílabas que representan palabras, expresan ideas como unidades de pensamiento. al hablarlos constituyen una serie articulada de sonidos que, por medio de la conversación, van asociados con un significado fijo. Son símbolos que comunican ideas y significados.

En nuestra mente pensante usamos la imaginación. En la mente tenemos el material de construcción para cualquier cosa que queremos construir o describir en palabras. dependiendo de la naturaleza de nuestro pensamiento, imaginación o visualización, podemos crear cosas nobles y usar palabras expresivas y llenas de color para describir lo que tenemos en mente.

Si tenemos algo que decir, debemos decirlo con claridad y audibilidad. A veces no nos damos cuenta de la excesiva suavidad y falta de audibilidad de nuestras palabras. Algunas veces no nos damos cuenta de que, por el contrario, estamos hablando excesivamente alto, casi gritando y de ese modo produciendo el efecto contrario del que deberíamos producir. Es por medio de nuestras palabras que les comunicamos nuestras ideas y pensamientos a los demás; y al hacerlo queremos expresar el verdadero significado o pensamiento que tenemos en la mente.

Si vuestras palabras son expresivas y bien acogidas, ellas estimulan los pensamientos de la otra persona. Apenas nos damos cuenta de lo mucho que dependemos de las palabras para el éxito y la felicidad, ni nos damos cuenta de lo necesarias que son tanto en un sentido práctico como para fines culturales. los pensamientos se objetivizan en palbaras. De ese modo los pensamientos se manifiestan fuera de la mente. Las palabras de vuestras opiniones y conclusiones están íntimamente asociadas con la verdadera naturaleza de vosotros mismos. Vuestras palabras revelan los sentimientos que albergáis, ya sea que se trate de sentimientos personales íntimos o desinteresados. Una vez que nos demos cuenta de estas cosas, puede ser que eso nos haga tener más cuidado en nuestra manera de hablar y en la selección de las palabras. la gente nos entiende por medio de nuestras palabras y la manera como las usamos. Si estáis indecisos y titubeáis en el uso de vuestras palabras pensad en el efecto que vuestras palabras tengan sobre los demás. Las palabras que usáis y sus significados deben surgir primero en vuestra mente. Aunque hablar inteligentemente y reunir comprensiblemente los pensamientos apenas requiere más esfuerzo que el que se requiere para respirar, lo uno es tan necesario como lo otro. Si queremos que la gente nos conozca en nuestra fortaleza, profundidad y dignidad, debemos cultivar discernimiento y cuidado en la manera como usamos nuestras palabras. Esto es tan importante como el mantener una buena apariencia general, ropa limpia, postura erguida, buenos modales. la gente observará vuestra manera de hablar lo mismo que observa la apariencia de vuestra ropa.

La gente os reconoce por la manera como camináis y habláis. Tened confianza en vosotros mismos; hablad con naturalidad cultivando la habilidad de la clara expresión. No podéis expresaros fácilmente y con convicción a menos que hayáis coordinado vuestro pensamiento con vuestros conocimientos. Aprendemos a hablar bien en la medida que aprendemos a no pronunciar opiniones sobre cosas que no conocemos a fondo, por lo menos no pronunciando un juicio sino después que hayamos investigado el asunto ampliamente.

Sea cual fuere vuestra edad, la voz y la palabra pueden magnetizarse pensando debidamente y cultivando la apropiada tonalidad verbal.

hay una íntima relación entre las palabras que uno habla y el ser interno. Si pensamos de manera elevada e inspirada, nuestras palabras reflejarán nuestros elevados pensamientos. Todos tenemos grandes potencialidades a este respecto, sin exceptuar a nadie. Si tenemos fortaleza mental, habrá fortaleza aún en nuestras palabras más suaves. los factores subconscientes de la mente del hombre son parte de la mente Suprema, Cósmica, Divina. Cuando la mente del hombre está en armonía con la mente divina, adquiere grandes poderes constructivos y nuestra fluidez llega en armonía con el prójimo y con todo el universo.

Pensar antes de hablar puede cambiar tu vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

en absultamente todo, lleva razón con este artículo.Me ha encantado, y he descubierto cosas muy útiles
un saludo.

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